MISIÓN Y VISIÓN

MISIÓN

Nuestra razón de ser como AIBC es facilitar procesos y recursos en un ambiente
saludable, para impulsar el crecimiento integral de las congregaciones y sus pastores.

VISIÓN

Ser una organización eclesiástica con un pastoreo integral de sus pastores para lograr así siervos sanos, poseedores de un conocimiento pleno de Cristo y llenos del Espíritu Santo, cuyo fin será el crecimiento saludable de cada iglesia y por ende, la extensión del Reino de Dios.


NUESTROS VALORES

Unidad: Nos mantenemos de acuerdo, respetando las diferencias.
Fidelidad a la Palabra: Fundamenta nuestra reflexión y acción.
Integridad: Somos consecuentes con lo que creemos.
Perseverancia: Permanecemos siempre firmes.
Amor: Nos impulsa al servicio en obediencia

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LA NATURALEZA DE LA AIBC

La Asociación de Iglesias Bíblicas Costarricenses (AIBC)
es una red de iglesias evangélicas con una vinculación espiritual, ministerial y fraternal. Dedicadas a la predicación del evangelio de Jesucristo, a la edificación de la iglesia y al servicio a la comunidad. Su base de fe está definida en la Declaración de Fe de la AIBC.

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HISTORIA


EL TRANSFONDO

Luego de más de tres siglos de la llegada de los primeros colonos a Costa Rica, se abrió la puerta de la predicación del evangelio en español. En 1891 llegó la familia McConnell, primeros misioneros de la nueva Misión Centroamericana cuyo fundador fue el Dr. Cyrus Scofield, conocido autor de los apuntes de la Biblia Scofield.  Después de 25 años de laborar los McConnell y otros compañeros misioneros, llegaron a Costa Rica misioneros de la Iglesia Metodista, entre ellos el recordado Jorge Miller.  La obra era muy dura en aquellos días y el crecimiento de las iglesias muy lento.

En el año 1921 llegaron de la Argentina Enrique y Susana Strackan, quienes fundaron en Costa Rica la obra que llegó a conocerse como la Misión Latinoamericana (M.L.A.).  La visión de don Enrique fue la de evangelizar todo el continente, como parte de esta tarea se propiciaron campañas evangelísticas en toda América Latina. Por otra parte, doña Susana se destacó por su actividad en Costa Rica.  En 1923 ella fundó la Escuela para la Preparación de Obreras, además de ser la precursora del Seminario Bíblico Latinoamericano (hoy Universidad Bíblica Latinoamericana), el cual desde el principio enviaba a los estudiantes por los pueblos en constante evangelización.

En 1927 la Misión Latinoamericana, todavía conocida como “La campaña para la Evangelización en América Latina”, celebró una magna concentración (campaña) en San José.  Los resultados fueron tan abundantes que las iglesias existentes no tuvieron campo para los nuevos creyentes.  Como consecuencia, los misioneros de la M.L.A. iniciaron estudios bíblicos y escuela dominical en “el Anexo” de la residencia de los estudiantes masculinos del Seminario. En mayo de 1928 inició la construcción del edificio que con el tiempo llegó a ser el Templo Bíblico.  El nuevo edificio fue inaugurado el 5 de mayo de 1929 y la iglesia reunía en él se constituyó formalmente el 3 de enero de 1930.


LAS IGLESIAS BAJO LA MISIÓN LATINOAMERICANA

La Misión Latinoamericana no tenía como meta el fundar iglesias, pero los resultados de la campaña de evangelización más el trabajo de los estudiantes del Seminario y de los misioneros fue muy positivo, razón por la cual fue necesario atender a los nuevos creyentes. Esto trajo como consecuencia el nacimiento de nuevas congregaciones.  Los seminaristas salían de las aulas a evangelizar los fines de semana. Además, organizaron grupos en varios barrios de San José, en lugares lejanos como Orotina, San Mateo, Monte del Aguacate y Atenas. También visitaron los pueblos alrededor de Heredia: Santo Domingo, San Joaquín de Flores, Santa Bárbara y San José de la Montaña, donde doña Susana de Strachan fundó el Hogar Bíblico para niños.

Por otro lado, la Misión envió a Guanacaste a la señorita misionera neozelandesa Jessie Elder, quien a caballo evangelizó una buena parte de los alrededores de Cañas y Liberia hasta Río Naranjo y La Cruz. Durante los veranos los estudiantes del Seminario trabajaron con la misionera Elder y evangelizaron en el territorio de Santa Cruz donde más tarde fue fundada la primera Iglesia Bíblica de la provincia de Guanacaste.

En aquellos días, la administración y sostenimiento de las iglesias estaba a cargo de la Misión Latinoamericana. Incluso el pago de los pastores, la edificación de templos, entre otros.

Se construyeron capillas, se celebraron congresos regionales y se establecieron pastores para encargarse de la obra en varias regiones.  Cabe destacar que, por el énfasis dado a la Biblia, la gente nos denominó “Los Bíblicos”.  La obra creció en diferentes dimensiones y, por lo tanto, fue necesaria una organización formal y adecuada tanto para las iglesias locales como para la institución en general. El fin fue tener una orientación eclesiástica definida y así lograr un mejor desarrollo, un gobierno de iglesia y de la institución adecuada, además del sostenimiento propio.


LA FORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN

En diciembre de 1943 por iniciativa de don Kenneth Strachan, hijo de los fundadores, se reunieron en Puntarenas representantes de los diferentes grupos de creyentes. Se discutió la necesidad de formar la Asociación de las iglesias, fruto de la evangelización bajo los auspicios de la Misión Latinoamericana.  No todos los hermanos estaban de acuerdo con la necesidad de organizarse; sin embargo, se eligió un comité para continuar la obra y hacer planes para el futuro.  También se adoptó una constitución tentativa. El nombre dado a las iglesias bíblicas fue el de Sínodo Bíblico Costarricense.

Durante el año 1943 por iniciativa de don Kenneth, los estudiantes del Seminario, Víctor Monterroso y Máximo Caravaca con unos misioneros visitaron los grupos de creyentes, predicaron el Evangelio y bautizaron, oficiaron matrimonios y organizaron varios de los grupos en iglesias formales.

Conforme a lo acordado, la siguiente convención del llamado Sínodo se celebró en el Templo Bíblico durante la Semana Santa de 1945.  Se organizó el grupo de nueve iglesias formalmente constituidas en la nueva Asociación. En vez de Sínodo, se escogió como nombre oficial “Asociación de Iglesias Bíblicas Costarricenses”.  Se eligió la primera Junta, el presidente fue el Reverendo José Ángel Solano, pastor de la Iglesia Bíblica de Santa Bárbara de Heredia.  Se adoptó oficialmente la constitución y se acordó darle el nombre de Artículos de Fe y Orden, el cual se mantiene hasta hoy.  Las nueve iglesias fundadoras de la A.I.B.C. fueron el Templo Bíblico en San José, la Iglesia Bíblica de San José de La Montaña, Santa Bárbara de Heredia, Orotina, Santa Cruz, Las Juntas de Abangares, Cañas, Tilarán y el Mango.

En la primera convención y a instancias de la Misión Latinoamericana, se aprobó un plan de siete años (1946-1952), éste pretendía que cada iglesia tuviese autosuficiencia económica.  El plan no tuvo éxito. Las necesidades crecían y la Misión (M.L.A.) con la ayuda de las iglesias más fuertes económicamente, continuó comprometida con los pagos salariales de los pastores cuyas iglesias eran las más débiles financieramente.

Durante unos años más, la gran mayoría de las iglesias no se responsabilizaron de las obligaciones económicas del pastor. No fue sino hasta principios de los años 60 cuando la Misión Latinoamericana anunció el retiro de su contribución económica, debido a los grandes gastos de las campañas internacionales de Evangelismo a Fondo. Las iglesias entonces se dieron cuenta de la necesidad de hacerse responsables de sus propios pastores, lo anterior aceleró el proceso para lograr tener el sostenimiento propio. 

Al desvincularse económicamente la A.I.B.C. de la Misión Latinoamericana, los nacionales tenían toda la responsabilidad tanto de las iglesias locales como de la Organización.  


AUTONOMÍA COMPLETA

En el año 1971, la Misión dejó de manejar todos sus ministerios en Costa Rica y en los otros países donde tenía obra. Cada ministerio se constituyó en una entidad autónoma, independiente de la Misión.  Con estas nuevas Asociaciones, se formó la Comunidad Latinoamericana de Ministerios Evangélicos (CLAME), este grupo prestaba personal misionero a la A.I.B.C. y a los otros ministerios por invitación exclusiva de éstos y con limitación de responsabilidades y de tiempo. Actualmente, CLAME ya no existe y la Misión Latinoamericana como organización formal no tiene oficinas en Costa Rica.  En su lugar, ha surgido todo un grupo de organizaciones “hijas”, en donde se encuentran los misioneros quienes trabajan hombro a hombro con los nacionales bajo la supervisión de juntas, según la ley de Asociaciones de Costa Rica.  


SENTANDO BASES PARA EL CRECIMIENTO

Cuando cesó la ayuda financiera de la Misión Latinoamericana, algunas iglesias locales no pudieron pagarle el salario completo al pastor. Como consecuencia, algunos obreros no pudieron continuar a tiempo completo en el pastorado, razón por la cual se dieron a la tarea de buscar un trabajo secular adicional.

Al aumentar el número de iglesias, por consiguiente, se requería también de más pastores. Algunos de los pastores que iniciaron la labor pastoral no tenían educación formal ni teológica, muchos de ellos realizaban la tarea pastoral a medio tiempo. En esos años las ceremonias religiosas; matrimonios, bautizos, la Cena del Señor, funerales, presentación de niños, sólo estaban autorizados para llevarlas cabo los pastores ordenados. Eran aquellos quienes tenían educación teológica completa, además de haber aprobado un examen formal hecho ante una comisión de misioneros y pastores de la A.I.B.C., según lo indicado en los Artículos de Orden.  El bien recordado misionero, doctor Wilton M. Nelson, fue la persona quien más impulsó una buena educación teológica para los pastores y juntamente con los decanos, don Rodolfo Cruz Aceituno, don Leonardo Cruz Alonso, entre otros, formaban la Comisión de Ordenación de pastores de la Asociación.

Había muy pocos pastores ordenados, especialmente en el campo. En esos tiempos existían iglesias geográficamente retiradas, que pasaban hasta un año sin recibir la Santa Cena, ni poder bautizar a los convertidos, puesto que, solamente los pastores ordenados podían llevar a cabo estas actividades.  Era una situación muy difícil para los creyentes de estas iglesias.

Por lo tanto, en 1962 se reformaron los Artículos de Fe y Orden fue así como los pastores laicos pudieron ministrar las ordenanzas a sus congregaciones y ser candidatos a la ordenación.  Esto abrió la posibilidad de un ministerio más completo en todos los campos, sin que se dependiera de dinero de la Misión para sostenerlo.  También marcó el inicio de un nuevo crecimiento para la A.I.B.C.  Actualmente nuestros Artículos de Fe y Orden indican que el pastor debe formar un equipo pastoral de líderes espirituales, los cuales pueden colaborar con sus deberes ministeriales tales como: bautizar creyentes, administrar la Cena del Señor, oficiar en los funerales, presentar los niños al Señor, entre otros. Es así como se pone en práctica lo declarado en nuestros Artículos de Fe al manifestar la credibilidad en el sacerdocio universal de todos los creyentes en Cristo.

 A partir de 1971 la Misión Latinoamericana a petición de la Asociación prestó al misionero don Guillermo Brown a la A.I.B.C. como Misionero General. Su función era visitar a todas las iglesias para ayudar a los pastores y hermanos en todo lo necesario, impartir estudios bíblicos, predicación evangelística y más que todo, consejos.

Además de mostrar verdadero amor cristiano a todos.  Don Guillermo desarrolló ministerios variados en la A.I.B.C. durante más de cuarenta años, entre ellos, la educación cristiana y la educación teológica. Recordamos con mucho cariño y aprecio a don Guillermo, muy amado por quienes le conocen.

En esta historia no queremos olvidar la valiosa ayuda prestada por las amadas misioneras Eslie Tryon y Evelyn Herr; la primera dio su aporte en el campo de la enfermería.  Con esta profesión supo ganar nuevas personas para Cristo.  La iglesia de Atenas fue enriquecida con su ministerio y fue ella quien inició la obra en San Joaquín de Flores.  La misionera Herr por su parte dio un valiosísimo aporte en el campo de la educación cristiana, especialmente en la promoción de las Escuelas Bíblicas de Verano y en la organización de cursillos para maestros.  No se puede olvidar el servicio prestado en la oficina de la A.I.B.C. y en la contabilidad.

El concepto del papel del pastor en la A.I.B.C. comenzó a cambiar durante los años 1958 a 1962, gracias en parte a la filosofía de Evangelismo a Fondo, quien introdujo un nuevo concepto de evangelización a través del señor Kenneth Strachan.  

Agradecemos al Señor por el crecimiento de la familia de la A.I.B.C. a partir de los años 1980.  Este maravilloso hecho se ha dado en tres importantes aspectos:

  1. Número: De 50 iglesias que había en 1980 a 125 en el año 2007 entre iglesias y misiones.
  2. Compromiso: Las iglesias han asumido la responsabilidad económica tanto a nivel local como con la Organización. 
  3. Madurez: Actualmente la mayoría de las iglesias tienen un pastor y el liderazgo capaz para llevar a cabo la tarea encomendada por el Señor.


CREACIÓN DE LA REGIONALIZACIÓN

Como resultado del crecimiento del número de iglesias, las Juntas Directivas de la década del ochenta y a partir de mil novecientos noventa, establecieron una nueva estructura llamada Regionalización, consistente en agrupar a las iglesias por zonas geográficas. A la fecha, las regiones son las siguientes:

Región Central: Conformada por las iglesias ubicadas en el sur y norte del Valle Central, además la zona de Sarapiquí y la zona Atlántica..

Pacífico Central: Conformada por las iglesias en la zona Sur de las provincias de Heredia, Alajuela y Puntarenas.

Región Guanacaste Miravalles: Conformada por las iglesias en el este de la provincia de Guanacaste y zona noroeste de la provincia de Alajuela.

Región Guanacaste Occidente: Integrada por las iglesias ubicadas en el Occidente de la provincia de Guanacaste.

Región Huetar Upala: Conformada por las iglesias de la zona de Upala.

Región Huetar: Conformada por las iglesias en zonas de Guatuso y San Carlos.

Cada región cuenta con un pastor regional y un equipo de apoyo.


LA PREPARACIÓN PASTORAL DE LA AIBC

Algunos pastores con preparación teológica formal tuvieron que dejar el pastorado dentro de la A.I.B.C., debido a que las iglesias no tenían los ingresos económicos necesarios para proveerles de un salario digno. Como consecuencia de lo anterior, surgió un mayor número de pastores sin preparación académica formal y teológica. Como este grupo crecía continuamente, se hizo lo posible para capacitarlos a través de cursillos breves e institutos nocturnos.  Pese a estos esfuerzos, se hacía necesaria una mayor capacitación.

El Centro Bíblico Río Naranjo de Bagaces que por la provisión de Dios inició en 1972, vino a llenar en parte este vacío, se constituyeron en un factor importante para el desarrollo de las iglesias, principalmente de la zona noroeste y central norte del país.

Hacía falta, sin embargo, algún medio para levantar el nivel de preparación de los otros líderes de congregaciones quienes no podían llegar al Centro Bíblico.  En 1979 se iniciaron estudios teológicos por extensión del Seminario por Extensión Alcanzando a las Naciones (S.E.A.N.), con el fin de resolver ese problema. El censo de la Convención de 1980 indicó que la A.I.B.C. estaba compuesta de cincuenta iglesias organizadas, además de cuarenta y dos congregaciones nacientes, esto implicaba la necesidad de tener más de noventa líderes preparados.

Fue en este mismo período de tiempo que la controversia sobre la posición teológica y el programa del Seminario Bíblico Latinoamericano, condujo a la Asamblea de la A.I.B.C. a decidir no promoverlo más, ni enviar allí estudiantes de sus iglesias.  El punto de desacuerdo fundamental fue la posición de muchos de los profesores y alumnos quienes apoyaban la enseñanza de la llamada “Teología de la Liberación”.  Este enfoque teológico, enfatiza en parte la acción social y la militancia sociopolítica para el cambio de estructuras sociales, más que la propagación del evangelio salvador de Cristo (evangelización).

Para aquellos días, el Señor permitió la construcción de un edificio en los terrenos propios adquiridos años atrás. Se logró obtener un espacio para las oficinas de la A.I.B.C. y un Instituto Bíblico con el fin de preparar pastores y líderes de nuestras iglesias. La Administración de la A.I.B.C. pasó a ocupar el nuevo edificio en agosto de 1982.

En noviembre de 1983, se impartió el primer curso en el Instituto de la A.I.B.C. (en 1986 cambió su nombre a Seminario Escuela de Estudios Pastorales, ESEPA), instalado en el segundo piso del edificio de la A.I.B.C. El seminario creció rápidamente y en 1988 el espacio disponible no era suficiente para albergar a la gran cantidad de estudiantes. 

El crecimiento de E.S.E.P.A. se daba en varios aspectos.  Muchas asociaciones cristianas enviaban a sus estudiantes. El programa de estudios se desarrollaba y adecuaba a las necesidades de los estudiantes. El número de estudiantes aumentaba aceleradamente (en 1986 eran 60 estudiantes, en 1987 había 100, en 1988 había 185 y así crecía año con año).  El Seminario en la actualidad cuenta con hermanos de alto nivel académico, entre ellos misioneros de la Misión Latinoamericana y otros hermanos nacionales, inclusive de otras denominaciones.

La administración de E.S.E.P.A. negoció con la Junta de la A.I.B.C. la posibilidad de construir nuevos edificios en el mismo terreno de la Asociación.  Sin embargo, la Junta de la A.I.B.C. en 1988 decidió que con el crecimiento de E.S.E.P.A. y de la A.I.B.C., el campo disponible iba a ser muy pequeño.  Por lo tanto, la Junta ordenó que la administración de E.S.E.P.A. buscara un terreno más adecuado para el futuro Campus de la Escuela.  De esta manera, luego de buscar y orar mucho al Señor por espacio de varios meses, se compró un terreno en el lindero oeste de Paso Ancho, frente a la carretera de Circunvalación.  

En 1988 se inició la búsqueda de fondos económicos para construir los edificios del Seminario y en 1992 ya se contaba con dos edificios para el Seminario ESEPA. En el año 1993 se iniciaron las clases en el nuevo local de la Escuela de Estudios Pastorales (E.S.E.P.A.)

En noviembre del 2002, el Seminario E.S.E.P.A. obtiene independencia legal de la A.I.B.C. e inicia el proceso para constituirse en Asociación con personería jurídica propia. Actualmente, E.S.E.P.A. y la A.I.B.C. mantienen relaciones fraternales en aras del crecimiento de la obra de Dios en el país y la capacitación de sus ministros.


ASPECTOS GENERALES

Desde su inicio y con el seguimiento de las líneas trazadas por la Misión Latinoamericana, la Asociación de Iglesias Bíblicas Costarricenses es reconocida en el país como un grupo de iglesias donde se congregan creyentes evangélicos, conocedores de los postulados de su fe en Cristo y las doctrinas cristianas.  Los milagros, sanidades, la evangelización espontánea son algunas de las características del ministerio semanal en las iglesias.  Los “bíblicos” actuamos como “una familia escogida, un pueblo adquirido por Dios, …para que anuncien las obras maravillosas de Dios” (I Pedro 2: 9).  Por otro lado, las iglesias han tenido siempre apertura bíblica y equilibrada al movimiento y ministerio del Espíritu Santo, de tal modo que se han visto enriquecidas y renovadas continuamente.

Conviene agregar que la A.I.B.C. desde sus inicios, ha sido conocida por la actitud de respeto, hermandad y cooperación con los diferentes organismos evangélicos que operan en el país.  La A.I.B.C. fue miembro fundador de la Alianza Evangélica Costarricense en 1950 y se ha mantenido en ella hasta el día de hoy.

Además, ha sabido participar como organización a través de las iglesias y de los hermanos, en múltiples actividades y formas de servicio a nivel nacional e internacional. En esfuerzos de Emergencia Nacional, en las campañas evangelísticas a nivel nacional y sus desfiles con las Sociedades Bíblicas, los medios de comunicación masiva (radio y televisión evangélicas), con el esfuerzo misionero transcultural (FEDEMEC) y en otras organizaciones afines.

Damos gloria y honra al Señor de la Iglesia por lo que Él ha hecho en Costa Rica a través del trabajo y fidelidad de tantos creyentes quienes pertenecen a las iglesias de la Asociación de Iglesias Bíblicas Costarricenses. Su poder se ha manifestado aún en medio de nuestras flaquezas,

“No a nosotros, Oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia y por tu verdad (Salmos 115:1).


JUNTA DIRECTIVA -NOVIEMBRE 2023

Marco Aurelio Esquivel Carrillo, Presidente
Marvin Leandro Palacios, Vicepresidente
Olger Sánchez Araya, Secretario
Urías Calderón Castro, Tesorero
Mario Pérez Garro, Vocal 1
Edgar Josué Ruiz Bonilla, Vocal 2
Alexander Cascante Vindas, Vocal 3
Antenor Alvarado Condega, Fiscal
Kenneth Jenkins Jiménez, Fiscal Adjunto

Agradecemos sus oraciones para que El Espíritu Santo guíe a la nueva Junta Directiva en este nombramiento de tanta responsabilidad y servicio.